Voy a leer un pasaje de este interesante librito, Cultivating The Empty Field ('Cultivando el Campo Vacío'), las enseñanzas del Maestro Zen Hongzhi. Luego haré algunos comentarios sobre lo que nos tiene que decir. Puede que estén más familiarizados con la presentación japonesa de su nombre, Wanshi Shogaku. Hace algunos años, me topé por primera vez con este maestro. Estaba leyendo una recolección de pláticas de algunos de los viejos maestros, y realmente quedé impresionado con uno de los pasajes. Me dije, "¡Espera un momento! ¿Quién es este sujeto?" Lo que leí sonaba como algo que Dogen Zenji podría haber dicho. Cuando me enteré que era predecesor de Dogen, estaba realmente sorprendido. ¿Sería posible que Dogen plagiara su trabajo? Le pregunté a Roshi acerca de esto. Me dijo que Hongzhi sí tuvo un efecto profundo sobre Dogen y el Soto Zen japonés. Me sentí extremadamente afortunado por haberme topado con este viejo Maestro que era tan claro y elocuente en su presentación. Deberíamos apreciarlo como un verdadero tesoro. Déjenme leerles una parte de su enseñanza en “Investigating Wonder” (Investigando el Prodigio).
Empieza diciendo: "En la claridad existe el prodigio". No dice que en la claridad, o en el estado de iluminación, encontrarás únicamente aburrimiento, frustración, ira, o miedo. ¡No, de ninguna manera! Es justamente lo contrario de eso. La claridad es prodigiosa... profunda más allá de cualquier cosa que podamos imaginarnos. Dice: "En la claridad existe el prodigio, con energía espiritual brillando por sí misma". Este prodigio no depende de nada. ¡Es eterno! Afirma después: "No puede asirse y entonces no se le puede llamar ser". Está más allá de las condiciones. Está vacío... ¡sin punto fijo! Sin embargo, no se equivoquen pensando que está negando la existencia. Dice: "No puede desaparecer, entonces no se le puede llamar no-ser". No podemos negar que, mientras estamos aquí sentados, estamos teniendo una experiencia. Pero la propia experiencia en sí misma está vacía ... no fija o estática. Cuando podamos experimentar claramente lo que esto significa, nos llenaremos de asombro como él. Prosigue diciéndonos cómo experimentar este prodigio. Dice: "Más allá de la mente de deliberación y discusión, apártate de los vestigios de las imágenes intangibles. Vaciar nuestro sentido de existencia propia es prodigioso". El Yo verdadero trasciende el reino del pensamiento dualista.
Tenemos que cortar una vez por todas el flujo de la mente egocéntrica... liberándonos de la mente aferrada y prejuiciosa.... sin seguir manteniéndonos en el pasado ni fantasear en el futuro. Debemos vaciarnos completamente de cualquier noción de existencia propia. El samadhi del ser absoluto en el momento presente, ¡Qué prodigio!
El obstáculo más difícil de nuestra práctica es nuestra adicción al concepto de un Yo separado. Este es uno de los tres venenos: la ignorancia ... verme a mí-mismo como un ser separado del mundo que me rodea. Esta percepción de separación es el engaño de la mente egocéntrica. Su fundamento básico es el miedo y el miedo da origen a la codicia y a la ira. Éste es el combustible del samsara ... el mundo de eterno sufrimiento. Hongzhi nos alienta a darnos cuenta que no existe tal cosa como un yo separado o fijo. El mundo de todas las formas manifiestas está vacío ... shunyata. Por favor, comprendan que shunyata no es vacuo . Cuando decimos vacío, tiene una cierta connotación negativa. Esto le preocupaba a Roshi. Solía decir: "Shunyata no es nihilismo ni significa no-existencia. Es justamente lo contrario. Es el grito de la afirmación ... es el flujo inexorable de la creación. ¡Es eterno!".
Los científicos modernos también nos llevan por este camino. Nos dicen que si pudiéramos poner un microscopio electrónico enfocado a nuestro cuerpo o a cualquier cosa que tenga una forma física, no seríamos capaces de encontrar una masa fija o sólida. Vemos lo que parece ser un espacio vacío. Y sin embargo, no decimos que el cuerpo es vacuo o inexistente. Ellos han desarrollado teorías sobre lo que piensan que está sucediendo... teorías que son sus mejores suposiciones. Pero de lo que sí están seguros es que alguna forma de energía se está transformado continuamente. Nada es estático. Que existe un continuo advenimiento a la existencia y luego un volver a regresar a la vacuidad.: esto es esencialmente lo que Buda enseñó.
Mis sentidos y mi cerebro organizan las experiencias que están sucediendo aquí como Nyogen en un mundo de yo y los otros. Es funcional en la medida en que me puedo vestir, mantener un trabajo, pagar las cuentas, e interactuar con los demás. Pero esta separación que percibimos es una ilusión ... no es la realidad verdadera. Al no percibir la realidad verdadera, todas mis elecciones y mis acciones se basan en los gustos y disgustos de mi mente egocéntrica. Por consecuencia, vivo en una fantasía paranoide de expectativas no realizadas ... atrapado en una lucha continua para mantener y proteger lo que percibo como mío. La mente egocéntrica no es el malo de la película, su rol no es más que el de intentar y hacerme sentir seguro. Pero está condenada al fracaso de antemano. No existe una entidad fija a la cual salvar o poner a salvo. La seguridad significa, desde la perspectiva de la mente egocéntrica, que podamos experimentar nuestra vida como relativamente estable. Que mamá siempre nos va a llamar para el desayuno y que siempre habrán fiestas maravillosas el fin de semana. Que siempre seremos jóvenes, saludables, y fuertes. Luchamos para mantener esta ilusión, pero sabemos de manera intuitiva que no es cierto.
Horrorizados, nos miramos envejecer, vemos a nuestros seres queridos enfermarse y morir, y sufrimos una y otra vez por nuestras expectativas no realizadas. Aún cuando nuestros sueños se vuelven realidad o si nuestras expectativas se cumplen ocasionalmente, qué rápido se transforman en ceniza. De un día para otro, rayamos el coche nuevo por primera vez y se vuelve un coche viejo. El gran amor eterno de mi vida de repente se vuelve común y corriente, y en algunos momentos es un verdadero infierno. Todo sucede tan rápido. Corremos de una cosa a la otra en nuestros intentos deseperados por anestesiarnos ante las decepciones de la vida. Si sólo pudiera retroceder en mi vida por un momento ... si sólo pudiera tener un año sabático, un poco de tiempo para organizar mis pensamientos, para entender verdaderamente lo que me está pasando; entonces realmente sería capaz de ordenar mi vida y acabar con todo este sufrimiento.
Lo siento, pero tengo malas noticias. No hay un lugar donde podamos retroceder en nuestra vida. El proceso de retroceder es nuestra vida. Mis quejidos y lamentos acerca de mi sufrimiento son la vida. La vida es un cambio continuo ... es impermanente. Vacía e impermanente, esto es lo que Buda realizó y enseñó. Y todo este cambio está ocurriendo en el escenario del eterno "AHORA". Nunca abandonar el "AHORA" ... ¡es eterno! Y es aquí, en el "AHORA" , donde podemos encontrar la salvación y apreciar el prodigio de lo que realmente somos. Pero mientras nos mantengamos encerrados en esta mente del ego apegada y prejuiciosa, ¡sufrimos! Atrapados en el flujo del pensamiento egocéntrico, experimentándonos como estando separados del mundo que nos rodea, damos vueltas en la pesadilla de la codicia, la ira y la ignorancia. Como la parábola de los niños en la casa en llamas, continuamos jugando con los juguetes de nuestra imaginación, buscando la paz y la tranquilidad en la ilusión. ¡No existe la seguridad en la ilusión de la separación, únicamente el sufrimiento! Esta es la enseñanza de Buda. Esto es lo que Hongzhi está tratando de enseñarnos.
Ahora, debemos ser muy cuidadosos en no confundir un entendimiento conceptual del vacío con la experiencia de soltar cuerpo y mente ...¡Kensho! Iluminación! Si no hay iluminación, no hay Buda-Dharma. Donde no hay Buda-Dharma, sólo hay sufrimiento. Ningún tipo de maña intelectual colmará la brecha entre el engaño y la iluminación.
Luego dice: "Vaciarse a sí-mismo de existencia propia es prodigioso. Este prodigio está encarnado en un espíritu que puede volver a realizarse. La mente luna con su cuerpo nebuloso se revela claramente en todas las direcciones sin recurrir a signos y símbolos". Está vivo, es real y se está moviendo. Puro como es. Abre los ojos, mira alrededor, no-pensando y lo captarás; pero si tratas de conceptualizar un entendimiento de este lugar, no funcionará.
Aquí es necesaria cierta cautela. No se queden atrapados en la forma manifiesta como lo hace la mayoría de la gente. Ya hemos hablado de esto. La forma manifiesta está vacía y es impermanente y sí, es esta "mente luna con su cuerpo nebuloso". Pero la forma manifiesta es simplemente el reflejo condicionado del gran prodigio, no es el Yo verdadero ... idéntico, pero diferente. Al utilizar la metáfora del océano y la ola que se levanta, podemos ver que el viento, el karma, produce la ola que tiene una dirección y una duración -características de la forma manifiesta que podemos identificar. La ola no está separada del océano pero no es el océano. Sin embargo, el océano sí es la ola. Si tratamos y nos apoyamos en un entendimiento conceptual de la ola como el océano, atrapados en las formas condicionadas que podemos ver, el movimiento errático de las olas que producen los vientos cambiantes del karma nos revolcará para siempre . No hay seguridad en la superficie turbulenta del gran océano. Pero si podemos cortar una vez el flujo del pensamiento egocéntrico, ya no estando atrapados en la pequeña mente del yo y los otros, nos daremos cuenta, de una vez por todas, que el gran océano es mi verdadero yo.
Continúa diciendo: "Irradiando luz por doquier, responde apropiadamente a los seres y circula sin confusión a través de los engaños de los sentidos. No-pensando. Déjalo funcionar. No practicamos para producir nuestra naturaleza de buda. No tenemos que distorsionarnos o purificarnos. No hay nada afuera de nuestra naturaleza de buda. Donde estamos, cómo somos ... simplemente elimina tu hacer egocéntrico y permite que el verdadero Yo funcione tal como es. Este es esencialmente el arte del Zazén. No seas temeroso e inseguro. El verdadero Yo siempre responde apropiadamente en cualquier situación. Éste es un punto difícil de ver , y aún más difícil de actualizarlo como práctica. Ni siquiera tenemos que involucrarnos en la planeación egocéntrica. Lo único que tenemos que hacer es mantenernos despiertos en un estado de conciencia sin distracción y ocuparnos de cada momento como se presenta, de manera desinteresada. Sumergirnos totalmente en el samadhi del segundo que dura diez mil años. Esta luz radiante es eterna y no hay lugar que no alcance. Enfatiza más adelante: "Supera cualquier obstrucción, brilla a través de cualquier dharma vacío". Todo está vacío y cambiante. ¡Eso es! Sólo existe el flujo de este dharma tan sorprendente. Invierno, verano, primavera, otoño, nacimiento, crecimiento, madurez, vejez, enfermedad, y muerte, no son más que la vida del Buda, la vida de cada uno de nosotros. No hay obstrucciones, se mueve sin esfuerzo. ¡Es eterno! Corta el flujo de la mente egocéntrica, deja caer el apego a los sentidos, y luego retoza en el prodigio de tu verdadero Yo. "¡Quë prodigiosa! Qué prodigiosa!" la canción del Buda.
Concluye casi implorándonos: "Abandonando el condicionamiento discriminantivo, deja entrar la sabiduría limpia, clara, y brinca y juega en samadhi. ¿Qué puede estar mal? Así debe uno investigar la esencia". Deja la mente loca y egocéntrica de la discriminación atrás. ¡Esto tiene que ser real! Si jugamos con la noción de que lo podemos hacer sólo de manera conceptual, sin ningún esfuerzo, ¡estamos equivocados! Y si decimos, como lo hace mucha gente: "Ah, es sólo mi vida normal". Eso es buji Zen ... ¡Zen muerto! No habrá liberación, sólo una continuación de nuestras vidas paranoides de engaño. ¡Dejen la mente condicionada! Es posible hacerlo! Si nos quedamos atorados en nuestras nociones de cómo pensamos que son las cosas, nunca experimentaremos el prodigio del que habla este viejo maestro.
La práctica no es para su naturaleza de buda o para que ésta se evidencie. Su naturaleza de buda está funcionando perfectamente en este momento. Ay, esto puede ser decepcionante. ¿Quiere decir que tengo que aceptar el hecho que yo soy todo lo que tengo para trabajar? No me gusta esa idea. Vine a esta práctica porque no me gusto a mí mismo. Estoy asustado y soy inseguro. Qué decepción para mi mente egocéntrica, porque quería que Buda me volara la punta de la cabeza y que estallara en mil colores como fuegos de artificio. Quería que me crecieran alas y volar. Estoy repleto de expectativas de cómo quiero experimentar mi práctica. Quiero una experiencia psicodélica. Pero lo que mi Yo egocéntrico está diciendo en realidad es que quiero que me entretengan. Quiero que mis sentidos se entorpezcan de indulgencia. Si me mantengo anestesiado, quizás no me dé miedo el hecho de que tengo tan poco control sobre quien soy y lo que soy. Lo que de verdad sabemos es que no podemos tener el deseo de ser alguien más de quienes somos. Que decepción tan terrible. Sólo me tengo a mí para trabajar.
En este punto es donde funciona el gran misterio. Empezamos aquí, como somos, no como pensamos que somos. Este viejo maestro nos dice: "Abandonando el condicionamiento discriminativo...
“Qué puede estar mal?" Perfectos tal como somos, no como pensamos que debemos ser. No va a haber un milagro conceptualizado. ¡Cualquier fantasía que producimos con nuestra mente egocéntrica es basura! Es imaginaria y sólo aumenta nuestro engaño. La verdadera realización va mucho más allá de la imaginación. La verdadera realización nos transforma tal como somos. ¡Si sólo pudiéramos apreciar cuan maravillosa es esta práctica! Nosotros mismos nos atamos con cadenas imaginarias producidas por nuestras mentes engañadas. Somos perfectos, no como lo dice nuestra mente conceptual, sino como somos. A través de la práctica correcta, conforme avanzamos, liberados de las deliberaciones de la mente que discierne y escoge, nos damos cuenta que hemos entrado en el samadhi de ser, donde experimentamos cada momento de la vida como una expresión de felicidad. La verdadera realización, tan citada, pero pocas veces realizada. El gran misterio, engaño o iluminación, la opción es nuestra.
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